Los tres últimos libros históricos corresponden a los años que siguieron al decreto de Ciro que permitió a los judíos regresar a Jerusalén.[1] Narran el retorno de los exiliados a Jerusalén, la reconstrucción del templo y los muros de Jerusalén, y las dificultades que enfrentaron los exiliados a su regreso para restablecer la cuidad. Estos libros son importantes en la historia del pacto por dos razones.
Esdras y Nehemías muestran los desafíos que el pueblo de Dios enfrentó para mantener su identidad espiritual y nacional. La reconstrucción del templo y el avivamiento en Esdras restauraron la identidad espiritual de Israel. La reconstrucción de los muros en Nehemías fue un paso importante para restaurar la identidad nacional de Israel.
Estos libros muestran el cuidado providencial de Dios para con su pueblo en los años que siguieron al exilio. Esdras y Nehemías muestran el cuidado de Dios para con los que regresaron; Ester muestra el cuidado de Dios hacia los que aún estaban en Persia.
Unidad de Esdras y Nehemías
En la Biblia hebrea, Esdras y Nehemías son un solo libro. Fue hasta el siglo IV que se separaron en la Biblia cristiana. Estos libros tienen mucho en común:
Comparten el mismo contexto histórico.
Ambos narran el regreso a Jerusalén bajo Artajerjes I de Persia.
Ambos incluyen listados del pueblo judío.
Nehemías 7-12 resume las reformas de Esdras y Nehemías.
El libro de Esdras narra dos retornos. Relata la reconstrucción del templo así como los desafíos enfrentados por los que volvieron.
Tradicionalmente, se ha reconocido a Esdras como el autor de Esdras-Nehemías, así como el autor probable de 1 y 2 Crónicas. La repetición del decreto de Ciro al final de 2 Crónicas y al inicio de Esdras muestra la unidad de estos libros.
Esdras era un levita, un descendiente de Aarón.[1] Ministró a sus compatriotas judíos en cautividad y luego dirigió un grupo de vuelta a Jerusalén en el año 458 A.C. Cuando Nehemías regresó en el año 444 A.C., Esdras era un líder espiritual en Jerusalén. Juntos lideraron un avivamiento espiritual, ético y moral. Esdras fue importante en especial por guiar al pueblo de nuevo a la Palabra de Dios.
Estructura de Esdras
Retorno de Zorobabel (1–6)
El Retorno (1–2)
Después de capturar Babilonia, Ciro permitió a los judíos regresar a Jerusalén. Desde el punto de vista histórico, esto se ajusta a la política de los gobernantes persas. Los reyes persas por lo general permitían a las naciones conquistadas permanecer en su propia tierra. Dios trabajó a través de un rey pagano para cumplir su propósito soberano para su pueblo. Este mismo patrón se observa en el Nuevo Testamento, cuando Dios trabajó a través de Augusto César para llevar a José y María a Belén para el nacimiento del Mesías en la ciudad de David.
Política de los Imperios Hacia las Naciones Conquistadas
Asiria
Destruía la identidad nacional de los pueblos conquistados al mezclar cautivos de distintas naciones.
Destruyó el Reino del Norte de Israel
Babilonia
Llevaba a los pueblos conquistados cautivos a Babilonia, pero les permitía mantener su identidad en el exilio.
Conquistó Judá
Persia
Permitía a las naciones conquistadas permanecer en su tierra.
Permitió a Judá regresar a Jerusalén
El libro de Esdras inicia con el retorno bajo Zorobabel, e incluye un censo de 49,697 exiliados que regresaron. Zorobabel, un miembro del linaje de David, fue puesto en una posición de liderazgo por los persas, y fue un símbolo de esperanza para los exiliados que regresaron.
El Trabajo: La Reconstrucción del Templo (3–6)
Después de llegar a Jerusalén, el pueblo comenzó a trabajar en el templo (536 A.C.; Esdras 3). Restablecieron la adoración y pusieron los cimientos del templo. Sin embargo, los samaritanos que vivían cerca de Jerusalén se opusieron a la reconstrucción y lograron detener la obra (Esdras 4).[2] Hay una brecha de alrededor de 15 años entre Esdras 4 y 5. Los eventos de Esdras 4 corresponden al año 534 A.C., cuando la oposición de los samaritanos logró detener la reconstrucción del templo. Esdras 5 narra el reinicio de los trabajos de reconstrucción en el año 520 A.C., ante la exhortación de los “profetas del templo,” Hageo y Zacarías. El templo se terminó en el año 516 A.C.; Esdras 6 relata la celebración y la dedicación del templo.
Retorno de Esdras (7-10)
El Retorno (7-8)
Ochenta años después del retorno de Zorobabel, Esdras dirigió un grupo de 1,758 personas de vuelta a Jerusalén. “Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.”[3] Esdras lideró un avivamiento espiritual entre el pueblo de Dios.
El Trabajo: Reformas Sociales (9-10)
El desafío del primer grupo que regresó a Jerusalén fue reconstruir el templo. Esdras enfrentó un desafío diferente: el matrimonio entre judíos y personas de los pueblos vecinos. Este no era un asunto de matrimonio interracial; era un asunto religioso. En Jueces y en la vida de Salomón vemos cómo el matrimonio con paganos llevó a Israel a la apostasía religiosa. Por dos razones, esto era un problema para los judíos que regresaron a Jerusalén:
Jerusalén estaba rodeada de pueblos paganos. La idolatría era una tentación constante.
Persia era un imperio sincretista.[4] La filosofía que hizo que Ciro permitiera el regreso de los judíos a su tierra era, al mismo tiempo, una filosofía que les hacía fácil aceptar múltiples creencias religiosas. Los persas no estaban comprometidos con ningún sistema religioso en particular. Más bien, los persas mezclaban múltiples creencias. En este ambiente era muy probable que los judíos fueran tentados a rendir su identidad como el pueblo de Dios.
Por estas razones, Esdras inmediatamente confrontó el asunto de los matrimonios mixtos. Su oración de confesión demostró la seriedad de este tema y llevó al pueblo a una disposición a confrontar el problema. El capítulo 10 finaliza el libro con el plan de Esdras para disolver los matrimonios mixtos.
[2] En Esdras los eventos no se presentan en orden cronológico. Esdras 4:6-23 pasa del tiempo de Ciro a la oposición de los samaritanos cincuenta años después, bajo el rey Asuero. El capítulo entero es unificado por el tema de la oposición de los samaritanos a la reconstrucción. Muestra que esta oposición era más que un conflicto temporal. La estructura de Esdras 4 es la siguiente:
A. Esdras 4:1-5 – oposición a la reconstrucción del templo bajo Ciro (536 A.C.)
B. Esdras 4:6-23 – oposición a la reconstrucción de los muros en un tiempo posterior (probablemente después del retorno de Esdras en el año 458 A.C.)
A. Esdras 4:24 – oposición a la reconstrucción del templo bajo Ciro (536 A.C.)
[4] El sincretismo es la mezcla de diferentes creencias religiosas en un mismo sistema.
Nehemías
Tema: Reconstrucción de los Muros
Fecha: 445 – 432 A.C.
Al igual que Daniel, Nehemías era un exiliado judío que alcanzó una posición importante en el Imperio Persa. El copero del rey era una posición de confianza. Debido a las amenazas contra el rey, el copero tenía la responsabilidad de protegerlo de un posible envenenamiento. Además, debido a su constante acceso al rey, el copero a menudo tenía gran influencia en las decisiones políticas.
En el año 445 A.C. Nehemías regresó a Jerusalén y pasó buena parte de los siguientes veinte años en Jerusalén. Esdras fue un levita que dirigió el avivamiento espiritual; Nehemías fue un líder civil que dirigió la reconstrucción de los muros de la ciudad. Ambos fueron hombres devotos al llamado de Dios y al pueblo de Dios. El ministerio profético de Malaquías puede haber tenido lugar durante los años de Nehemías en Jerusalén; el libro de Malaquías se refiere a los mismos males confrontados en la última parte de Nehemías.
► Lean las oraciones de Nehemías en los capítulos 1:4-11; 4:4-5; y 13:29. Comenten la importancia de la oración en el ministerio de Nehemías y el rol de la oración en su propio ministerio. ¿Es importante la oración en su ministerio como lo fue en el ministerio de Nehemías?
Estructura de Nehemías
Reconstrucción de los Muros (1-6)
Esdras registra la reconstrucción del templo, proyecto que fue completado en el año 516 A.C. Sin embargo, debido a la oposición que se menciona en Esdras 4, no se completó la reconstrucción de los muros. Como resultado, la ciudad estaba bajo constante amenaza de los enemigos.
Nehemías organizó el proyecto de reconstrucción, inspiró al pueblo a trabajar, confrontó la oposición, y completó la tarea en tan sólo cincuenta y dos días. El libro de Nehemías es un valioso manual de liderazgo bíblico.
La oración fue parte importante del ministerio de Nehemías. Una y otra vez el libro de Nehemías relata sus oraciones en tiempos de crisis. Cuando Nehemías escuchó las noticias acerca de la situación en Jerusalén, “…me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos.”[1] Antes de presentar su petición ante el rey, Nehemías oró “al Dios de los cielos.”[2] Cuando Sanbalat y los demás enemigos se opusieron a la reconstrucción de los muros, Nehemías oró pidiendo la protección de Dios.[3] En tiempos de presión, Nehemías constantemente recurría a la oración.
Reconstrucción del Pueblo (7-13)
La segunda mitad de Nehemías se enfoca en las reformas espirituales dirigidas por Esdras y Nehemías. Incluye una lista de los exiliados que regresaron, similar al censo de Esdras 2. Al igual que en las genealogías de Crónicas, estos listados en Esdras y Nehemías muestran la protección de Dios sobre su pueblo.
La última sección de Nehemías se enfoca en las reformas espirituales. Nehemías 1-6 narra la reconstrucción de una muralla física alrededor de la ciudad de Dios; Nehemías 7-13 muestra la reconstrucción de una muralla espiritual alrededor del pueblo de Dios. La historia de Jerusalén demuestra que una muralla física no es defensa si el pueblo de Dios no es fiel a la ley de Dios.
Nehemías 8-10 repasa el ministerio de Esdras. Tal como Moisés lo había ordenado, la ley fue leída al pueblo en una ceremonia de renovación del pacto.[4] El pueblo confesó su pecado como nación y prometió fidelidad al pacto. Nehemías 11-12 presenta otro censo, seguido de un reporte de la dedicación de los muros.
En algún momento, Nehemías regresó a Susa por un tiempo. Cuando volvió a Jerusalén vio que el pueblo estaba profanando el Sabbath, situación a la que se refirió Malaquías cerca de la misma época. Además, algunos hombres se habían casado con mujeres de los pueblos vecinos (paganos), situación que Esdras había confrontado dos décadas antes. Nehemías 13 describe cómo manejó Nehemías estos problemas.
Muchos libros sobre liderazgo espiritual se basan en los principios que se encuentran en Nehemías.[1] Las lecciones de Nehemías sobre liderazgo incluyen:
(1) Los líderes espirituales deben ser personas de visión.
Nehemías tenía la habilidad de ver un objetivo y ver los pasos necesarios para alcanzarlo. Después de cabalgar a través de Jerusalén una noche, Nehemías dijo a los líderes, “Venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén.”[2] Donde otros vieron solo escombros, Nehemías vio un muro.
Un líder espiritual busca la visión de Dios. El énfasis de Nehemías en la oración es importante, pues muestra que él estaba buscando el plan de Dios. Sin una continua dependencia de Dios, Nehemías pudo haber reemplazado la visión de Dios por su propia visión. Un líder espiritual debe encontrar la visión de Dios para la organización a la que ha sido llamado a dirigir.
A lo largo del libro, Nehemías demuestra su habilidad para comunicar su visión a otros. En uno de los días más oscuros de la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill entró en la Sala del Gabinete y dijo, “Caballeros, me parece que esto es muy inspirador.” Churchill sabía cómo comunicar una visión a sus seguidores e inspirarlos a avanzar. Los grandes líderes saben cómo desafiar a sus seguidores a perseverar en tiempos difíciles.
(2) Los líderes espirituales deben planificar cuidadosamente.
Un líder visionario que no planifica cuidadosamente tendrá dificultad para concretar su visión en la realidad. Nehemías era un experto en la planificación. Cuando el rey le preguntó cuál era su petición, Nehemías hizo solicitudes específicas: tiempo para ausentarse de sus deberes en el palacio, materiales para reconstruir los muros, y cartas de autorización para el viaje.[3] Nehemías no dijo simplemente, “Esto es trabajo de Dios, Él se encargará de los detalles.”
Nehemías planificó cuidadosamente cada paso del proyecto, dividiendo el trabajo entre el pueblo. Designó obreros para trabajar en áreas que eran significativas para ellos, una importante estrategia motivacional.[4] Los líderes espirituales buscan la visión de Dios, y luego buscan la guía de Dios al planificar el proyecto.
(3) Los líderes espirituales deben ser personas valientes.
Cuando Israel comenzó a edificar, surgió oposición. Sanbalat y Tobías se burlaron del proyecto; luego amenazaron a Nehemías. Pidieron a Nehemías que se reuniera con ellos, con la intención de hacerle daño. La respuesta de Nehemías es un gran ejemplo de la habilidad de un líder para enfocarse en la visión a pesar de enfrentar oposición: “Yo hago una gran obra, y no puedo ir; porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros.”[5] Nehemías no permitió que lo disuadieran de continuar la obra. Aun cuando su vida corriera peligro, llevó adelante la visión que Dios le había dado. Un líder espiritual debe ser una persona valiente.
(4) Los líderes espirituales tienen un espíritu de servicio, no un espíritu arrogante.
En tiempos en que los líderes a menudo se valen de su posición para obtener ventajas para sí mismos, el ejemplo de Nehemías es poderoso. Algunos líderes en Jerusalén usaban su posición para beneficio personal. Nehemías dijo, “…pero yo no hice así, a causa del temor de Dios. También en la obra de este muro restauré mi parte, y no compramos heredad; y todos mis criados juntos estaban allí en la obra.”[6] Un líder espiritual usa su posición para el bien del pueblo al que sirve, no para sus propios intereses.
Robert Morrison, el gran misionero a China, escribió: “El gran problema en nuestras misiones es que nadie quiere ser segundo.”[7] Los líderes espirituales buscan oportunidades para servir, no para auto-promoverse. Usan su posición para el bienestar del pueblo al que dirigen.
(5) Los líderes espirituales conocen la importancia de la oración.
La oración fue parte central del liderazgo de Nehemías. Él no tomó decisiones importantes sin orar. En Josué vimos el resultado de haber hecho alianza con los gabaonitas sin haber buscado la dirección de Dios.[8] Nehemías evitó este error; cada decisión fue tomada después de orar.
El Evangelio de Lucas da una poderosa ilustración de la importancia de la oración para los líderes espirituales. “En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles.”[9] Antes de escoger a los doce, Jesús pasó la noche en oración. Si el Hijo de Dios vio la importancia de orar antes de tomar una decisión importante, ¡cuánto más nosotros debemos orar antes de tomar decisiones de liderazgo!
(6) Los líderes espirituales deben adaptarse a las necesidades de cada situación.
Puede ser que un gran líder en tiempos de guerra sea un líder desastroso en tiempos de paz. El pastor que dirige una iglesia joven puede tener dificultades para pastorear una iglesia más madura. Las organizaciones requieren distintos tipos de liderazgo en distintas etapas de su desarrollo.
Nehemías provee un modelo para los líderes que enfrentan este desafío. Los líderes espirituales deben tener discernimiento para adaptarse a las necesidades de cada situación. “Un líder efectivo es aquel que lidera según dicta la situación. Una persona que lidera de cierto modo en una situación no necesariamente lo hará de la misma forma en la siguiente.”[10]
Como copero del rey, Nehemías estaba en una posición de influencia. Allí su influencia estaba basada en su habilidad para escuchar y aconsejar al rey. El rey respetaba las sugerencias de Nehemías; pero no habría aceptado órdenes de Nehemías.
En la reconstrucción de los muros de Jerusalén, Nehemías debía asumir un enfoque distinto. Allí su liderazgo estaba basado en su habilidad para organizar e inspirar. En esta situación Nehemías no podía hacer simples sugerencias; debía dar órdenes y motivar a los desanimados habitantes de Jerusalén.
Posteriormente, Nehemías fue nombrado gobernador (Nehemías 7-13). El pueblo había quebrantado el pacto, y Nehemías tuvo que liderar con autoridad y convicción. Vemos esto en Nehemías 13: “Ordené”; “Reprendí a los oficiales”; “Los puse en sus puestos.” Este es un estilo de liderazgo distinto al de un copero o al de un constructor. Los líderes espirituales deben tener discernimiento para saber cómo dirigir una organización en cada situación.
Como líder de una iglesia o un ministerio, un estudio detallado de Nehemías y su ejemplo de liderazgo le será de gran ayuda. Nehemías modela el verdadero liderazgo espiritual.
[1] Para profundizar en el estudio de Nehemías y el liderazgo, los siguientes libros le serán de ayuda:
+ Gene Getz. Nehemiah: Becoming a Disciplined Leader (Nehemías: Cómo Convertirse en un Líder Disciplinado).
+ J.I. Packer. A Passion for Faithfulness: Wisdom from the Book of Nehemiah (Pasión por la Fidelidad: Sabiduría del Libro de Nehemías).
+ David McKenna. Liderando como Nehemías: Liderazgo Significativo.
+ J. Oswald Sanders. Liderazgo Espiritual.
[4] Por ejemplo, los sacerdotes trabajaron en la puerta de las Ovejas, la puerta más cercana al templo (3:1). Jedaías hizo reparaciones cerca de su casa (3:10). Nehemías asignó trabajos que eran importantes para los obreros; esto motivó el entusiasmo y la responsabilidad en su trabajo.
[10] Al Long, Leadership Tripod (Trípode del Liderazgo), p. 33.
Ester
Tema: Dios Está en Control
Fecha Probable: 483-473 A.C.
► El libro de Ester muestra la “providencia” de Dios protegiendo a su pueblo. ¿Puede usted dar un ejemplo de la providencia de Dios en su vida o en la vida de su iglesia?
Los eventos del libro de Ester tienen lugar entre Esdras 6 y 7. Mientras Dios estaba protegiendo a su pueblo en Jerusalén, también estaba protegiendo a su pueblo que aún estaba en Persia. Ya fuera en Jerusalén o en Persia, Dios estaba en control.
Se desconoce quién es el autor de Ester. Algunos han sugerido que Mardoqueo es el autor, pero el libro de Ester no indica quién es el autor.
Los eventos que se narran en el libro de Ester ocurrieron probablemente entre los años 483 y 473 A.C., durante el reinado del rey Asuero.[1] Tuvieron lugar en Susa, la capital de Persia.
Al igual que el libro de Rut, el libro de Ester es una historia breve acerca de una joven que es un modelo de fidelidad en medio de la adversidad. Rut fue una moabita que fue fiel a Jehová mientras vivía en Israel; Ester fue una joven judía que fue fiel a Jehová mientras vivía en Persia. La fidelidad de Rut le otorgó un lugar en el linaje del Mesías; la fidelidad de Ester salvó al pueblo de Dios de la destrucción.
Contenidos de Ester
Algunos escritores han cuestionado el valor del libro de Ester. Lo ven como un libro secular vinculado a una festividad secular de los judíos, Purim.[2] En él nunca se menciona a Dios, la oración, o el pacto. El libro de Ester no es citado en el Nuevo Testamento, y tampoco se ha encontrado entre los Rollos del Mar Muerto. No obstante, es un libro que brinda mucho ánimo a los creyentes. Ester presenta un poderoso mensaje de esperanza al pueblo de Dios. El libro de Ester enseña:
La Soberanía de Dios
Aunque el nombre de Dios no se menciona, Él es el “personaje central anónimo” del libro de Ester. Lo que algunos podrían llamar suerte o coincidencia es en realidad “providencia,” la mano de Dios trabajando. Considere algunas de las “coincidencias” en esta historia:
De todas las jóvenes del reino, “sucede” que Ester, una joven judía, es elegida reina.[3]
Mardoqueo se encuentra en el lugar correcto y el momento justo para escuchar un complot para matar al rey Asuero. Él le revela el complot a Ester, quien advierte al rey.[4]
“Sucede” que Asuero sufre de insomnio la noche antes que Ester planea revelar el complot de Amán.[5]
De todos los registros que podían haber leído para ayudar a Asuero a dormir, “resulta” que el lector abre precisamente el registro del servicio que Mardoqueo había prestado al rey.[6]
Amán entra a la habitación del rey precisamente cuando Asuero está pensando cómo recompensar a Mardoqueo.[7]
Así como un Dios soberano llevó a Rut al campo de Booz, un Dios soberano protegió a su pueblo en Persia. Mardoqueo vio la mano de Dios trabajando: “¿Quién sabe si para esta hora has llegado al reino?”[8]
La Importancia de la Fidelidad
A lo largo del libro de Ester se resalta la fidelidad de los siervos de Dios. La historia de Ester tiene mucho en común con la historia de José. Ambas historias se refieren a una persona joven que es fiel en una tierra extranjera. Ambos personajes llegan a ocupar posiciones de influencia en el gobierno. Ambos personajes son usados por Dios para preservar a su pueblo en tiempos de peligro.
La fidelidad de Ester hacia Dios se observa a través de toda la historia. Su declaración, “Si perezco, que perezca,” es un compromiso de cumplir fielmente su responsabilidad, independientemente del resultado.
El libro de Ester muestra la fidelidad de Mardoqueo. Al igual que José y Daniel, Mardoqueo alcanzó una posición de influencia, una posición que le permitió llevar a cabo los propósitos de Dios.[9]
La Insensatez de la Maldad
Durante la celebración moderna de Purim, se presenta una obra que recrea la historia de Ester. Cada vez que se escucha el nombre de Amán, la audiencia abuchea y se burla de este enemigo del pueblo de Dios. Aunque el festival es secular en naturaleza, y aunque muchos de los que celebran Purim han olvidado la soberanía de Dios en la historia, el formato de la celebración refleja parte del mensaje de Ester – la insensatez o lo absurdo de la maldad.
Tanto Asuero como Amán se convierten en figuras de burla en la historia. Asuero es un poderoso gobernante sobre 127 provincias. Realiza un festival durante 180 días para celebrar su riqueza y poder, pero no puede controlar a su esposa.
Amán ve cómo sus planes malvados se vuelven en su contra. Amán procura recibir honra, pero recibe la orden de honrar a Mardoqueo, su enemigo.[10] Trata de destruir a los judíos, pero se destruye a sí mismo y a su familia.[11] Como enseña Proverbios, Dios “escarnecerá a los escarnecedores.”[12]
[1] Por lo general Asuero es conocido por su nombre griego, Jerjes I. Gobernó Persia del año 486 al 465 A.C.
[2] Purim aún se celebra en el mes de marzo. Viene de la palabra pur, que significa “suertes.” Amán echo suertes para escoger el día para la destrucción de los judíos. En Purim los judíos celebran su liberación de mano de sus enemigos.
2 Reyes concluye con los judíos en el exilio, el templo destruido, sin rey en el trono y sin señales del Mesías. La promesa hecha a Abraham parecía vacía. Esdras y Nehemías muestran el renacer de esa promesa. Aunque no había rey, Israel estaba de regreso en su tierra, y el escenario se prepara para la venida del Mesías. Ester es importante porque, como José al final de Génesis, su historia muestra que Dios preservó el linaje mesiánico. Aunque estos libros no tienen prominencia en el Nuevo Testamento, son esenciales para el nacimiento del Mesías. A través de Esdras (un sacerdote), Nehemías (un copero), y Ester (una reina en una tierra pagana), Dios preparó el camino para el nacimiento de su Hijo.
Los Libros Históricos Nos Hablan Hoy
En la Lección 4, vimos que la Biblia hebrea usa el título “Profetas Anteriores” para referirse a los libros históricos. Esto muestra su propósito: llevar el mensaje de Dios al pueblo de Dios. Cada uno de los libros históricos tiene un mensaje para nosotros hoy.
Jueces, Samuel y Reyes demuestran el principio de la siembra y la cosecha. Cuando el pueblo de Dios fue fiel al pacto, experimentó bendición; cuando quebrantó el pacto, experimentó el juicio de Dios. En ocasiones este principio ha sido mal aplicado en la iglesia. Debemos tener cuidado cuando aplicamos la historia de la nación de Israel a otra situación. Algunos intérpretes han usado estos libros para enseñar que un cristiano que obedece a Dios fielmente tiene garantizadas la prosperidad financiera y la salud física. El libro de Job y los salmos de lamento demuestran que las personas fieles a Dios también pueden sufrir. Sin embargo, el principio básico sigue siendo verdadero; la aprobación y la bendición de Dios descansan sobre aquellos que son fieles a Él.
Josué, Rut, Nehemías y Ester muestran la importancia de la fidelidad a Dios. Dios es soberano, pero Él también trabaja a través de instrumentos humanos. Debemos reconocer ambas verdades si queremos permanecer fieles a la enseñanza de la Palabra de Dios. Mardoqueo expresó esta verdad cuando dijo a Ester, “Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?”[1] Mardoqueo reconoció la soberanía de Dios; Dios rescataría a su pueblo de alguna manera. Sin embargo, Mardoqueo también reconoció la responsabilidad de Ester de ser fiel. Una cita atribuida a Ignacio dice que usted debería “orar como si todo dependiera de Dios, y trabajar como si todo dependiera de usted.”
¿Qué nos dice esto hoy? Como Josué, Rut, Nehemías y Ester, debemos estar entregados de todo corazón al servicio de Dios, sin reserva alguna. Asimismo, al igual que aquellos santos, debemos estar rendidos a su voluntad. Como Ester, debemos mantener un espíritu de rendición a los propósitos de Dios: “Si perezco, que perezca.”
Finalmente, los libros históricos traen un mensaje de esperanza. Esdras, Nehemías y Crónicas muestran que aun en el exilio, Dios no había abandonado a su pueblo. Hoy en día, podemos cobrar ánimo al saber que Dios sigue cumpliendo sus propósitos. Los libros históricos nos recuerdan la soberanía de Dios y el cumplimiento de su divina voluntad. Podemos enfrentar el futuro con confianza; Dios está en control.
Demuestre su comprensión de esta lección con las siguientes asignaciones:
(1) Elija una de las siguientes asignaciones:
Opción 1: Trabajo Grupal
Lean el libro de Nehemías y hagan una lista de principios de liderazgo. Pueden empezar con los principios que se mencionan en este capítulo, pero hay muchos más en Nehemías. Comenten en el grupo los principios que encuentren. Expliquen cómo van a aplicar estos principios en sus ministerios.
Opción 2: Trabajo Individual. Elija uno:
Escriba un ensayo de 1 a 2 páginas sobre el tema “Avivamiento” basado en Esdras y su avivamiento en Jerusalén.
Escriba un ensayo de 1 a 2 páginas sobre el tema “Liderazgo Espiritual” basado en Nehemías. Busque al menos 2 o 3 principios de liderazgo aparte de los mencionados en este capítulo. Explique cómo va a aplicar estos principios en su ministerio.
Escriba un ensayo de 1 a 2 páginas sobre el tema “La Providencia de Dios” basado en Ester.
(2) Haga el examen correspondiente a esta lección. En el examen se incluyen los versículos asignados para memorizar.
Preguntas de Examen – Lección 6
(1) Mencione las fechas de los eventos principales del período de restauración.
Primer retorno dirigido por Zorobabel: ___________
Conclusión de la reconstrucción del templo: ___________
Eventos de Ester: ___________
Segundo retorno dirigido por Esdras: ___________
Regreso de Nehemías: ___________
(2) Anote el tema de cada libro.
Esdras: _________________________________
Nehemías: _________________________________
Ester: _________________________________
(3) Mencione dos semejanzas entre los libros de Esdras y Nehemías.
(4) El imperio ___________ permitía a las naciones conquistadas permanecer en su tierra.
(5) ____________ y _____________ son conocidos como los “profetas del templo.”
(6) ¿Por qué el matrimonio entre judíos y personas de los pueblos vecinos era un asunto muy serio para Esdras y Nehemías?
(7) ¿Cuál de los profetas menores trata los mismos temas que Nehemías?
(8) Mencione tres principios de liderazgo de Nehemías.
(9) Anote tres grandes lecciones que nos enseña el libro de Ester.
(10) La festividad judía vinculada con el libro de Ester es ______________.
(11) Escriba Nehemías 2:17 y Ester 4:14 de memoria.
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